Es muy normal llevar una botella dela gua en el coche, sobre todo en verano, para estar bien hidratados.
Sin embargo, a veces nos olvidamos de sacarlas, las dejamos en el coche, al sol, y esto puede ser muy peligroso.
Si bebemos el agua de una botella que ha estado expuesta al sol durante horas, podemos tener malestar de estómago o alguna infección. Las bacterias del agua se han multiplicado por las altas temperaturas.
Uno de los materiales usados para fabricar plástico, el polímero BFA, es un ingrediente muy peligroso. Su uso se ha relacionado con enfermedades como cáncer, asma, hiperactividad en niños, obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Si una botella con agua se deja a temperaturas altas, los átomos del BFA se activan, provocando que el plástico libere antimonio y BFA en dosis más elevadas y lo deposite en el agua. Y en caso de continuar bebiendo de esa botella, estaríamos consumiendo elementos nocivos para la salud.
Pero no solo esto, una botella de plástico con agua, expuesta al sol, hace efecto de lupa pudiendo provocar un incendio dentro del coche.
Para que suceda esto, la botella debe ser redondeada, como suelen ser la mayoría, debe estar llena de agua y la luz del sol debe pasar a través de ella en un ángulo recto: con esas características puede superar los 400 grados.
Y aunque las probabilidades sean relativamente bajas, siempre puede ocurrir, no es imposible.
Es preferible tomarse el trabajo de quitar las botellas de agua del interior del vehículo antes de arriesgarse a quedarnos sin coche.