Puedes ahorrar en la factura de electricidad una cantidad importante de dinero siguiendo estos sencillos y útiles consejos.
Cambia las bombillas tradicionales por bombillas led
Procura sustituir todas las bombillas por las bombillas led o las de bajo consumo. Aunque son más caras, te permitirá ahorrar una cantidad que rápidamente notarás en la factura de la luz. Es uno de los cambios más sencillos que puedes hacer y una de las maneras más efectivas de ahorrar en electricidad.
Las bombillas led, además de tener un consumo energético más reducido, no contienen mercurio, no emiten calor, al contrario que las bombillas incandescentes normales.
También ofrecen mayor intensidad lumínica y duran hasta 10 veces más que las bombillas tradicionales.
Cada bombilla led supone una reducción del gasto del 80% respecto a las tradicionales.
Existen multitud de modelos de bombillas led y a la hora de comprarlas, debes tener en cuenta no solo el precio o el tamaño del casquillo. Debes fijarte en lo siguiente:
- Potencia: se mide en vatios. Indica lo que consume la bombilla. Cuanto menor sea, menos consumirá.
- Equivalencia en vatios: indica a que bombilla incandescente equivale.
- Eficiencia Lúmen/w: suele estar entre 40 y 90 L/W. Elige, al menos, de 60 L/w
- Índice de rendimiento/reproducción cromática: se refiere a la calidad de la luz. Se indica en una escala de 0 a 100. Al menos debe ser de 80 para asegurarnos una calidad adecuada.
- Vida útil: número de horas que funcionará de manera correcta.
- Ciclos de encendido: número de veces que podemos encenderla y apagarla antes de que comience a fallar.
- Factor de mantenimiento del flujo luminoso: esta cantidad indica el porcentaje de luz que emitirá una vez haya transcurrido su vida útil. Lo normal es un factor de 0,7.
- Temperatura de color: viene dada en grados Kelvin. Cuanto más alta sea, más fria y azul se verá la luz.
- Regulable: si vamos a usarla con un regulador, debemos comprobar que es compatible.
En el mercado existe una amplia oferta de bombillas led. Si tienes alguna duda, pregunta al vendedor. Al principio deberás ir probando hasta que encuentres la adecuada a tus necesidades.
Mantén tu casa aislada
Es fundamental controlar las posibles fugas de aire en puertas, ventanas y conductos de ventilación.
Es muy fácil evitar que el aire entre o salga de nuestra casa sellando bien con silicona, masilla o burletes.
Comprueba que no entra aire por ventanas y puertas. Utiliza un encendedor para comprobar si la llama oscila.
La puerta de la calle, a veces deja pasar aire por debajo y es algo que muchas veces nos pasa desapercibido. Existen burletes que puedes cortar a la medida de la puerta para evitar que el aire entre y el calor se vaya.
También funciona, comprar un felpudo del tamaño de la puerta y ponerlo pegado a ella.
Utiliza cortinas y alfombras
Tanto el frío como el calor se transmiten a través de las ventanas y suelos.
Utilizar cortinas y alfombras durante el invierno, puede reducir hasta un 25% la factura de la luz.
Y en el verano, mantener echadas las cortinas y persianas durante las horas de sol, también supondrá un importante ahorro en el uso del aire acondicionado y ventiladores, lo que también contribuirá a reducir nuestro consumo eléctrico.
Desenchufa los aparatos eléctricos cuando no los uses
No vas a desenchufar la nevera ni la lavadora, lógicamente, pero si puedes hacerlo con el televisor, el ordenador o las lámparas de mesa cuando te acuestes o salgas de casa.
Si vas a estar un rato largo sin usar el ordenador portátil, déjalo en modo “suspensión” y él solo se apagará cuando pase un tiempo.
Muchas veces tenemos los alimentos demasiado fríos, sobre todo en invierno. selecciona bien la temperatura de la nevera. Un número bajo indica menor temperatura y mayor consumo.
Prueba diversos números en el termostato hasta que encuentres el apropiado para tí según su capacidad.
A veces, tenerla en el número 5 en invierno, es suficiente y esto supone un importante ahorro. En el verano, puedes ponerla en 3 al ser más elevada la temperatura del exterior.
La nevera consume el 30% de la electricidad que gastamos.
Apaga las luces innecesarias
Si no estás en una habitación, no necesitas que la luz esté encendida y si estás viendo la tele, tampoco hace falta tener dada la luz del pasillo, la cocina o el recibidor.
La luz supone el 20% del gasto en energía de la mayoría de los hogares, y cuidando estos detalles verás también descender tu factura de electricidad.
Baja el calentador de agua
Comprueba que en el calentador del agua la temperatura esté regulada a 40 grados.
Casi siempre, los fabricantes establecen la temperatura en 60 grados, temperatura que no podemos aguantar, además de estropear las tuberías.
No tiene sentido tener fijada una temperatura tan alta para tener que mezclarla con mayor cantidad de agua fría.
Duchas cortas
La diferencia entre una ducha de 7 minutos y otra de 20 minutos, significa un ahorro al año de varios cientos de euros.
Lava con agua fría
No es necesario lavar con agua caliente.
Hoy, los detergentes están formulados para quitar la mayoría de las manchas y suciedad incluso en agua fría.
Además, los tejidos de la ropa y los colores se mantendrán como nuevos durante más tiempo. Doble ahorro, en electricidad y en ropa.
Utiliza enchufes inteligentes
Con este tipo de enchufes, puedes ahorrarte más de un 20% en tu factura de la luz.
No son caros, duran muchos años y, además de ahorrar, simplifican muchas de las tareas que realizas cada día.
Son unos consejos muy sencillos que, si nos acostumbramos a hacer, nos van a permitir ahorrar en la factura de electricidad una cantidad importante de dinero.